For five months of winter in Nicaragua the rain hasn't arrived and climate change shows its impact with drought. Although the water hasn't wet the ground, the tears of a sad family who say goodbye to both Nicas and Brits on their last day in the community does.
It's not easy to say goodbye to what you love and what you have worked for. One, two or three photos accompany our work, product of a community that opened its doors to us for more than four month. We already miss the ice creams, soups, juices and the puppies in the house of one of the volunteers. How difficult it is to say goodbye!
The satisfaction of having contributed to the self-sustenance of the family's food supply is surely the best thing we have carried out. Doña María Victoria commented, "every time I eat a tomato, a pipian, an ayote, I'm going to think of you. I hope someday you will return to eat a mango, as the doors of my house are always open to you".
Of the families of Cycle 11, the house of Doña Martha is a great success with her vegetable patch. While coming and seeing her already red tomatoes, with the charisma that characterises her between laughs, she tells us that, "I used to eat tomatoes in salad, or with some soups and chicken, but after the food fair I learned how to make gazpacho, and although my kids don't like it, I make it. It's really good, and refreshing. It’s delicious with ice. I think I'm going to make it to sell".
In our evaluation period we counted the success of the vegetable patches and the happiness of the families amongst our successes, and one of those who has a vegetable patch on their patio is Doña Heisell, a charismatic woman, with windswept hair, big eyes and a contagious laugh, who said to us, "they should stay here longer and make more patches in the community. Everybody wants some of my tomato plants, and it is my fault for making it so pretty! I've already told them that when I grow seeds I'm going to give them some and help them, because now I know how."
Three testimonies are sufficient for one blog, but how could I not tell you about Don Victoriano, a gentleman, who is over 60, that when you come to his house you cannot leave without having a glass of his 'Chicha Bruja' drink, who opens the doors of his house to you so freely, offers you free run of the passage under his mango trees, and offers you the peace of his home. If you enter his house, you will want to return. The gentleman with so much experience shared his knowledge in one of the lectures for the families, and was happy with the recipe book as well. "It's a shame they're going, to those that can return I would prepare them some meals. I like to cook. I live alone so when I have visitors I take the opportunity to show them my talent in the kitchen. The other day I made chicken and chips for the bus driver and he loved it".
At the outset of the last day in La Sabanita, the school prepared us a delicious pitahaya juice (dragon fruit juice) and biscuits, dances by the children of the school, a poem by a six year old girl, words of thanks from a teacher, Doña Felicita who cooked us a wonderful Indio Viejo as a goodbye present. My eyes have filled with tears writing about the farewell. If the people of the community are going to miss us, you cannot imagine how I will miss the group, the volunteers with whom we achieved a marvellous friendship.
In the British group Patricia, the theatre guru with her contagious laugh, the hoarse voice of Jack, expert in gender matters, the sweetness of Elizabeth with her skills in learning Spanish, the great ideas of Gavin and Anna that always helped the project, the tenderness of Emma and Ruby who led the learning activities, the gaze and Jessica and her impeccable work, the chats and leadership of the always organised Samuel, the jokes of Matt, with his Malagan eyes, his excellent work and his language skills, which were a great help, Chelsea and Adam, two great elements of the group, and without a doubt we will miss them.
Of the Nica group, Crisitian and his football abilities, Adolfo the singing and chef, William the smiling working, Daniela the dancing photographer, Michel the proud, hardworking mother, Reyna the nurse with the caring spirit, Carlos the joking worker, Armel the strict and hardworking logistics man, Griselda, planter of seeds and designer of the manual, and don't let me forget Daniel, the facilitator of black humour during our activities.
This group without doubt achieved something special in the community, and I say goodbye to them with an embrace that crosses a great distance, always in my heart. They say that an embrace is the best way to say farewell when tears impede words.
Written by ICS Group Leader Patricia Zuniga (Group 1)
Un abrazo para el viaje de despedida
A cinco meses de invierno en Nicaragua las lluvias no han llegado, el cambio climático impacta con la sequia, aunque el agua no haya mojado la tierra las lagrimas de una familia triste que despide a Nicas y Británicos en su último día en la comunidad si lo han hecho.
No es fácil despedirte de lo que quieres y por lo que has trabajado, una, dos o tres fotos nos acompañan, fruto de una comunidad que nos abrió sus puertas por más de cuatro meses, extrañar desde ya los helados, las sopas, el fresco, los perritos de la casa de uno de los voluntarios, ¡Qué difícil es decir adiós!
La satisfacción de haber contribuido a la seguridad y soberanía alimentaria de las familias es seguramente lo mejor que nos llevamos, doña María Victoria comentaba "Cada vez que me coma un tomate, un pipián, una ayote, yo voy a pensar en ustedes, espero en algún momento regresen a comerse un mango, las puertas de mi casa siempre están abiertas para ustedes"
De las familias del ciclo 11 la casa de doña Martha es un éxito con el huerto, llegar y ver sus tomates ya rojos, con el carisma que la caracteriza entre risas nos cuenta "Yo comía tomate en ensalada, o con algunas sopas y pollo, después de la feria de alimentos aprendí a hacer fresco de tomate, ahora ya mis hijos ni quieren, ehhh pero yo hago, es bien rico, y me refresca, con hielo es delicioso, hasta para vender creo que voy hacer"
En nuestro recorrido de evaluación constatamos el éxito de los huertos y la alegría de las familias que hoy tienen un huerto de patio, doña Heisell una mujer carismática, de cabellos al viento, ojos grandes y una risa contagiosa nos hizo un reclamo "Debieron quedarse más tiempo y hacer más huertos en esta comunidad, toda la gente quiere de mis plantas de tomate, tengo la culpa por tenerlo tan bonito, ya les dije que cuando saque semillas les voy a dar, cuando saque las semillas hasta les voy ayudar, por que ahora yo sé cómo hacerlo"
Tres testimonios son suficientes para un texto pero como no contarles de Don Victoriano, este señor de más de 60 años, cuando llegas a su casa no te podes ir sin tomar un vaso de Chicha de Maíz, te abre las puertas de su casa sin interés alguno, te ofrece su enorme corredor bajo los árboles de mango y la paz de su hogar te cautiva, te aseguro que si entras a esa casa querrás regresar, un señor de tanta experiencia compartió sus conocimientos en una de las charlas para las familias, se sintió contento con el recetario también "Lastima que se vayan, a los que puedan volver yo les preparare de las recetas, me gusta cocinar, vivo solo así que cuando tengo visitas aprovecho para mostrarle mi talento en la cocina, el otro día le hice un pollo con papas al chófer del bus y quedó encantado."
A la llegada del último día en La Sabanita la escuela nos preparo un rico fresco de pitahaya y galletas, bailes por las niñas de la escuela, un poema por una niña de seis años, palabras de agradecimiento por una maestra, doña Felicita nos cocino un rico Indio Viejo de despedida, mis ojos se han llenado de lagrimas al escribir para una despedida, si las personas de la comunidad nos van a extrañar, usted no se imagina como se extraña el grupo, las y los voluntarios lograron una conexión amistosa maravillosa.
En el grupo Británico la risa contagiosa de Patricia la maestra de teatro, la voz ronca de Jack experto en género, la dulzura de Elizabeth, el talento para aprender español, las buenas ideas de Gavin y Anna que siempre ayudaron al proyecto, la ternura de Emma y Ruby que facilitaron actividades de aprendizaje, la mirada de Jessica y su trabajo impecable, las platicas y el liderazgo de Samuel siempre organizado, las bromas de Matt, sus ojos de Malagueño, su excelencia de trabajo y sus habilidades con los idiomas fueron de gran ayuda, Chelsea y Adam, si dos grandes elementos del grupo, sin duda alguna les extrañare.
Del grupo Nica Cristian y sus habilidades futboleras, Adolfo el cantante, chef, William el risueño trabajador, Daniela la fotógrafa bailadora, Michel la mamá orgullosa trabajadora, Reyna la enfermera con espíritu de cuidadora del grupo, Carlos el trabajador bromista, Armel el logístico estricto y trabajador, Griselda la sembradora de semillas y diseñadora de manual, no se me olvida Daniel el facilitador de humor negro pendiente de nuestras actividades.
Este grupo sin duda alguna logro ganarse un espacio en la comunidad y en el corazón de todos y todas me despido con un abrazo en la distancia, bien dicen que un abrazo es la mejor forma de decir adiós cuando las lagrimas impiden las palabras.
Escrito por la líder del grupo nacional de ICS Patricia Zuniga (Grupo 1)