It all started with the expectation of securing a job where I would be able to develop, particularly my skills and capacities. Before I embarked on Progressio ICS’ volunteering programme, I did not know what volunteering meant, nor could I have imagined the ways that I could help other less fortunate people. One day a friend spoke to me about it and explained it to me, but in a way that I did not understand very well the context. He explained it like it was a job where occasionally we would have to do construction work. Initially I did not like the idea as I had never built anything in life, but in the end I decided to apply. And my journey started. It began with an interview conducted by a beautiful person called Shery, followed by a phone call by the same person informing me of the outcome. I was excited because I had no clue what to expect during this journey.
The induction day came and I met a group of great people, inspiring the confidence in meme to become friends with them. I soon found out that I was sharing the sessions with a very interesting group of people. Aside from the sessions that were facilitated by Progressio’s staff, the programme gave us the opportunity to get to know each other, and in my case to find out about skills that I did not know I had (e.g. how to express my ideas in public, coordinate an activity with other people, be dynamic). It was a pleasant experience. I should also add that when Progressio staff mentioned that we would have an induction programme with foreign (British) volunteers, I became full of uncertainty as I had never shared anything with a group of people from the other side of the world before. The first thing that came to my mind was how we were going to communicate. I could not see myself trying to speak English with a Brit, particularly as I had little knowledge of English.
The day of the induction programme with the Brits came. Initially I felt a little intimidated, but gradually I overcame it. I realised that they were normal people just like me, open and friendly, willing to form friendships. We had things in common, like a taste for the same kind of music, the same passions, dreams and a remarkable sense of humanity, among other things.
As we progressed with our journey, all sorts of situations arose, like working in a rural community that I had never visited before (El Pochote), working alongside the other fellow volunteers, building something important that benefitted the people we worked for (e.g. the eco-latrines), the English lessons with the British volunteers, sharing the lunches, the jokes cracked during work time, the dancing! It was all an experience that propelled my future and defined my skills and competencies.
I had the opportunity to do two cycles, and have different experiences in each cycle, yet each brought something important to my life. In my second cycle in my Progressio ICS journey, I had the opportunity to become a Team leader and lead a team of Nicaraguan and British volunteers. It was a new and important experience in my life. To be a Team Leader was not easy for me, but thanks to the support of my fellow Team Leader, Jennie, I overcame the challenges, while developing my strengths. This later on opened doors for me, allowing me to continue working with other rural communities, as well as supporting my own community.
Thanks to the journey that I embarked on with Progressio, I was able to then join an organisation with an international reputation - World Vision International (WVI), which has allowed me to use the skills that I developed while volunteering with Progressio (e.g. organisation and management, planning, monitoring and evaluation). In my job, I am still working supporting a rural community, where families have been able to improve their lives, thanks to the support from WVI.
I continue putting into practice all that I have learnt during my journey, with good motivation and working on the values that I acquired with Progressio, and always for the disadvantaged.
Written by ICS Alumni Kenneth Said Lazo Obando (Cycles 9 and 10, Nicaragua)
Mi viaje Progressio ICS
Todo comenzó con la expectativa de un trabajo en donde me podría desarrollar de manera en la que optimizara mis habilidades y capacidades. Antes de empezar en el programa de voluntariado de Progressio ICS no tenía ni idea que era el voluntariado, ni me imaginaba las formas en las que podría ayudar a personas más desfavorecidas que yo. Un amigo un día me habló de esto y me explicó de una forma en la que no entendí mucho el contexto de que se trataba. Él lo explicó como un trabajo en donde ocasionalmente tendríamos que construir. Al principio no me gustó la idea ya que nunca había construido algo en mi vida, pero al final me convencí de entrar. Y así empezó mi viaje, con una entrevista de una linda persona llamada Shery. Luego con la llamada inesperada de esta misma persona. Estaba emocionado porque no tenía ni idea que me esperaba en este viaje.
Día de inducción, a la entrada de la sala me encontré con un grupo de personas geniales, todos me inspiraban la confianza para entablar amistad. Lo siguiente que supe era que compartía con personas muy interesantes, además las sesiones con el personal de Progressio, daban la oportunidad a integrarnos y en mi caso a descubrir habilidades que no sabía que tenía (por ejemplo, de cómo expresar mis ideas en público, coordinar una actividad con personas, dinamismo). En fin, fue toda una experiencia agradable. Debo mencionar que cuando el personal de Progressio mencionó que tendríamos una inducción con voluntarios extranjeros (británicos), me llené de incertidumbre ya que nunca había compartido con personas de ese lado del mundo. Lo primero que pensé fue en cómo nos íbamos a comunicar, no me imaginaba intentando hablar inglés con un británico, además mi conocimiento del inglés era muy poco.
Llegó la esperada inducción. Me sentía un poco intimidado al principio, pero poco a poco lo superaba. Lo que me di cuenta después es que los británicos eran personas normales como yo, abiertas y amables dispuestas a establecer amistad, que teníamos cosas en común como el gusto por el mismo tipo de música, pasión, sueños y un sentido humanista notable, entre otras cosas.
A medida que avanzábamos en nuestro viaje todo tipo de situaciones se daban: como el conocer una comunidad rural que nunca había visitado antes (El Pochote), trabajar junto a los demás voluntarios, construir algo importante que es de beneficio para las personas que lo hacíamos (eco-letrinas), las clases de inglés con los voluntarios británicos, compartir en el almuerzo, las bromas durante el trabajo, el baile! Fue toda una experiencia que impulsaba mi futuro y definía las competencias necesarias para la vida en mí.
Tuve la oportunidad de estar dos ciclos y en cada ciclo tener una experiencia diferente, pero que cada una aportó algo importante a mi vida. En mi segundo ciclo en mi viaje Progressio ICS, tuve la oportunidad de ser líder de un grupo mixto de voluntarios nicas y británicos. Fue una experiencia realmente nueva e importante en mi vida. Ser líder de un grupo para mí no fue fácil, pero gracias al apoyo de mi compañera líder Jennie, fui superando las dificultades que se presentaban, así como cultivando fortalezas en mí, que luego abrirían puertas para seguir trabajando a favor de comunidades rurales, además de apoyar a mi comunidad.
Gracias al viaje que hice con Progressio pude entrar en una organización reconocida a nivel internacional, Visión Mundial Internacional (VMI), lo cual me dio la oportunidad de poner a prueba las competencias adquiridas (de organización y gestión, planificación, monitoreo, evaluación, entre otras) con Progressio, además de trabajar para apoyar una comunidad rural, en donde hay familias que gracias al apoyo de VMI han podido salir adelante.
Aun continúo poniendo en práctica todo lo que aprendí en mi viaje y con buenas expectativas, trabajando los valores adquiridos con Progressio, siempre a favor de los más necesitados.
Escrito por el Alumni de ICS Kenneth Said Lazo Obando (Ciclos 9 y 10, Nicaragua)